II Tardes en la Buhaira. 9 Noviembre
Esta reseña ha salido un poco complicada de escribir. Durante un buen rato de la tarde superamos con creces la capacidad de la sala. ¿Consecuencias? Mas gente! Mas partidas! Mas fotos! Mas cosas para escribir! Mas posibilidades de que el suelo caiga bajo nuestras cabezas!. Si quieres comprobar hasta que punto estuvimos al borde del desastre o simplemente ver si sales bien en las fotos, esta es tu reseña!
Para calentar un Fantasma Blitz, juego infantil donde hay que tener una buena vista y mejores reflejos. Como diría Groucho; «Este juego es para niños de cinco años, !traedme un niño de cinco años!» Ni Maite, ni Jesús ni Álvaro pudieron con las rápidas manos de Silvia.
Conforme se llenaba la sala se fueron formando distintos grupos de juego, siendo las primeras partidas un poco «urbanitas». En la ciudad retrofuturista de Infinite City Jesus fue más habil que Manuel, Jose Manuel, Fer y Mario colocando a sus ciudadanos en las mejores losetas y distritos. En las calles de Santiago de Cuba Gerardo hizo mejores negocios que Jannet, Kaneda y Jose Antonio y todos los barcos que partieron del puerto llevaron sus mercancias. Un par de islas al este y 400 años hacia atras, Alfonso se convirtió en el mejor gobernador de Puerto Rico, bajo la no muy dura competencia de Maite, Álvaro y Silvia. Plantaciones de tabaco, lonjas de comercio, aduanas y haciendas, buscadores de oro, barcos de colonos, comercio con el viejo mundo… un pedacito de historia convertido en uno de los mejores juegos de mesa que existen en la actualidad.
Y mas gente fueron llegando! Bene montó una partida al Arkham Horror, un juego de mesa con unas pocas gotas de rol, donde los jugadores intentan desesperadamente cerrar los portales al otro tiempo y espacio que se abren anticipando la llegada de algún innombrable primigenio lovecraftiano. Bene, Elena, Sara y Ana lucharon contra el reloj por las calles de Arkham y Dunwich, pero el reloj que acabó ganando la partida fue el del Centro Cívico, ya que no dio tiempo a acabar el reto.
Nico se convirtió en el rey de la tarde, ya que ganó todas las partidas que disputó. Primero un Terranova contra Fran y Mario, consiguiendo las mejores tierras para sus colonos. Luego, tras tensas maniobras políticas, militares y comerciales, ocupó los mejores asientos del Gran Concilio de la Ciudad de Tyrus en detrimento de Fran. Y para acabar, se hizo con las mejores rutas de la India en el juego Taj Mahal. Esta vez Jannet y Álamo se sumaron a Fran en la derrota.
Un grupo grande se fue formando poco a poco en la entrada de la sala. Los Pingüinos de Rafa ganaron a los de Sergio y Mari, llevándose entre témpanos los mas sabrosos peces. Nieves e Irene se sumaron para una partida al Chinatown, donde cada jugador compite por los mejores sitios para sus variados locales a través de negociaciones en las que todo vale. Mari demostró, con creces, ser la más taimada y artera comerciante. Para finalizar Marta y Alejandro (que venía de ganarle al Dominion a Yune, Verónica y la misma Marta) se incorporaron a tiempo de echarse un Felix, el gato encerrado. Tras una pésima explicación del juego por mi parte, Mari demostró que lo de las subastas y los faroles es lo suyo y se volvió a llevar la partida.
Tras la partida al Infinite City, Mario alcanzó Poniente con sus Targaryen y le arrebató el Trono de Hierro a los Lannister de Gerardo en una partida de Juegos de Tronos, versión cartas. Jesús, Fer, Jose Manuel y Manuel decidieron que la violencia no iba con ellos y entre todos consiguieron montar un espectáculo de fuegos artificiales digno del mejor emperador en el juego cooperativo Hanabi.
Uno de los juegos que mas sensación causó durante la tarde fue The Island. Mientras la Átlantida se hunde irremediablemente, sus habitantes tendrán que luchar contra tiburones, ballenas y dragones marinos para atravesar las aguas y llegar a salvo a las islas cercanas. Ni que decir tiene que sólo unos poquillos son los que llegan!. Primero Sara ganó una partida a Camy y Julio y más tarde Maite y Fer compartieron su victoria frente a Espe y Silvia.
Ya llegando al final de la tarde Sara se transformó en Jack el Destripador en el juego Sombras sobre Londres. Camy, Manuel, Jesús y Jose Manuel fueron los inspectores de Scotland Yard que intentan a sus desdichadas víctimas. La búsqueda de Jack se hizo realmente ardua y no se llegó a acabar la partida. Aunque no consiguieron atraparlo por lo menos sólo tuvo tiempo para dos de sus cruentos asesinatos.
Apurando los últimos minutos en una mesa, Álvaro, Mario, Gerardo, Alfonso y Silvia echaron unas pocas partidas a los juegos de cartas Mogen Molte y Raj. Zerbio nos enseño su versión particular de un juego de cartas llamado Genji. Donde en el original los jugadores compiten con sus mejores poemas por los corazones de delicadas cortesanas japonesas, en la versión de Zerbio los jugadores emulan a los protagonistas de la serie infantil Hora de Aventuras para conseguir las más emocionantes historias. El diseño de las cartas era para quitarse el sombrero y, por las risas de Elena, Seluco y Yune, el juego también.
Pufff… que paliza de escribir :-D. De nuevo salió a juego el Fantasma Blitz donde Maite les dió una paliza a Ana, Fer, Espe, Adrian y Antonio (estos invitados de última hora). Espe intentó desconcertar a todos con sus movimientos a cámara lenta pero pronto le pillaron el truco y perdió las cartas que había ganado con su novedosa técnica.
Y sin hacer mucho ruido y totalmente ajenos al resto de partidas, en una de las mesas se dilucía el futuro de la humanidad. En busca de una poderosa reliquia, la 13ª Fuerza Paranormal del Reich se enfrentó a las fuerzas de élite de los aliados en el juego Tannhauser. Representando a los nazis Manu, Jesús y Victoria. Representando al eje del bien Charlie, Julio y Miguel, que consiguieron evitar los malvados planes de los fanáticos de la esvástica.
Espero que no se me haya olvidado ninguna partida! El viernes 23 repetimos de nuevo, a ver si se vuelve a llenar hasta la bandera el Centro Cívico, a ver si nos tenemos que buscar uno nuevo.
Nos vemos!
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Aspirante a Calamar Supremo, en los juegos de mesa encontré hace tiempo la mejor manera de ocupar mi tiempo libre (y el resto del tiempo la verdad) y captar adeptos para la causa. ¡Larga vida a Queremos Jugar!
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