Juegos al oeste del Río Pecos
Indios y vaqueros; junto a ser astronauta, piloto de coches y/o princesa dominadora de príncipes azules, una de las profesiones más demandadas de nuestra infancia. Ahora sólo nos quedan los disfraces y mover cubitos de madera. ¿Brindis nostálgico por los tiempos perdidos? Podría ser, pero hay un motivo más sencillo y poderoso. El pasado domingo, echando partidas disfrazados de vaqueros del salvaje oeste… nos lo pasamos de !&% madre 😀
En el viejo Cortijo del Alamillo, a las afueras de Sevilla City, se juntaron los pistoleros más aguerridos del lugar. Las manos reposan inquietas en las culatas, frías miradas de cálculo se reparten entre nosotros. Una mellada campana marca las once en punto. ¿Quién sería el primero en desenfundar? ¿Quién sería el primero en morder el polvo?. Con el eco de la última campanada Calamity Silvia dio un paso al frente y pronunció sus primeras fatídicas palabras…. El primer punto del orden del día es la lectura y aprobación del acta anterior…
Si señores! La mañana entera de Asamblea! Disfrazados, los asuntos internos entran mucho mejor. Lo dicho quedará entre los socios y la secretaria. Disfruta con el breve reportaje fotográfico y apunta una fecha a reservar en tu calendario; el 15 y 16 de Junio del 2014. Aprovecha también para darle un lingotazo a tu petaca de whisky barato antes de pasar a las partidas de la tarde.
En una mesa el juego del que todos hablan, la sensación del momento. Puede que dentro de unos meses acabe en el Estante de los Juegos de Mesa Perdidos, pero ahora mismo, chicas y chicos, Lewis & Clark es lo más de lo más. En 1803 los franceses le venden Lousiana a los Estados Unidos, lo que venía a ser la tercera parte del continente norteamericano. El presidente Jefferson, que no se fiaba demasiado de la compra realizada, manda al Capitán Lewis y a su compadre Clark a darse un garbeo desde Sant-Luis, a las orillas del Missisippi, hasta cualquier lugar con vistas al Pacífico (y que no se olvidara echar miguitas de pan para el camino de vuelta!). La wikipedia tiene todos los detalles de la historia y Julio nos regaló una magnífica reseña la semana pasada. Aquí unas pocas fotos y un consejo; aunque el juego no es difícil, si nadie sabe jugar, más vale dos partidas de tres jugadores que una sola con cinco. Y no fiarse de Silvia, que es especialista en ganar partidas cuando ya nadie cuenta con ella.
Pasados unos pocos años, las migas de pan de los señores Lewis & Clark ya se habían convertido en grandes rutas comerciales y la fiebre del oro fue pronto acompañada por la fiebre del transporte ferroviario. En el juego de mesa Railways of the World cada jugador representa una compañía que compite desaforadamente por las mejores rutas del Este americano; construyendo primero una red que conecte las principales ciudades, transportando más tarde mercancías de una a otra y mejorando por el camino la calidad de sus locomotoras. Para mi gusto, mucho envoltorio para un mover cubos de un lado para otro, pero hay que reconocer que el juego en mesa luce como pocos (y ocupa como ninguno) y que es un gustazo la sensación de construir poco a poco tus rutas con pequeñas fichas de vía hexagonales de todas las formas y colores.
La partida no tuvo mucha historia; Carmen y Jose, los «propietarios» del juego, dominaron de principio a fin, ganando la primera por un solo punto. Los demás tuvieron que conformarse con el reparto de migajas en forma de pequeños triunfos; Ágata fue la única jugadora en atravesar los Apalaches, Sergio acabó la partida podrido de dinero, Mari con las locomotoras más modernas y Alex estuvo luchando hasta el final con Carmen por el control del próspero noreste americano. Lo de propietarios va entre comillas porque acá José le hizo a Carmen el clásico truco de regalarle a tu pareja un juego de mesa cualquiera que, «mira que casualidad, si es justo mi juego favorito«. Menos mal que se ha convertido en el segundo juego de mesa favorito de Carmen y no hay mayor venganza que «mira que casualidad, siempre te gano a tu juego favorito«
Dos juegos de mesa de los largos, once personas amarradas a sus asientos echando humo por las orejas durante horas sin interrupción. Menos mal que unos pocos todavía no hemos olvidado que los juegos de mesa también sirven para echar un rato sin más pretensiones :-D. Duelo de miradas en OK La Corrala del Alamillo. Un Bang dados resolverá las viejas disputas entre la sheriff Suzy Laffayete (Camy) y su fiel ayudante Rose Doolan (Sara). Dos aguerridas pistoleras no se arrugarán ante la banda de Willy el Niño, Luck Duke y Sid Ketchum y ganarán la primera partida, demostrando que en los Estados Unidos, el primer derecho adquirido por las mujeres fue el de colocarte una bala entre ojo y ojo. En la siguiente partida Sara pasó a ser el Sheriff, quedando a solas ante la renegada Calamity Janet . Cuando todos estábamos preparados para un épico duelo, van y llegan los indios y se cargan a Julián en un final de partida realmente anticlimático. ¿La moraleja? El Bang dados tiene todo lo bueno del Bang de cartas, sin el incordio de que te maten el primero y te pases una eternidad esperando que los demás acaben la partida (y no me digáis que este problema se resuelve con un par de expansiones porque maldita la gracia de tener que comprarme un par de expansiones para que el juego básico luzca en condiciones)
Después de los duelos a muerte y continuando con la historia del ferrocarril en los Estados Unidos, Maite, Julian y Óscar reaprendieron a jugar el Aventureros al Tren de Cartas. Con ciertas reminiscencias al Mamma Mia y un reglamento bastante farragoso, hay que conseguir completar rutas entre las ciudades principales de Estados Unidos usando cartas de colores. Cartas que tienen unas ilustraciones tan llenas de colorido y alegría que no hay manera de distinguir el anverso del reverso. Ideal para una noche de setas o para llevar a un daltónico a la locura. La primera partida la ganó Maite en el tercer! criterio de desempate, aunque luego Óscar se desquitó al llevarse la segunda partida con bastante margen.
Mientras que en el salvaje y polvoriento oeste andaban con la caza del búfalo y repartir mantas cargaditas de viruela a la población autóctona, en la vieja y pérfida Albión andaban a la gresca con la Revolución Industrial y los atentados contra el Medio Ambiente. Se que esta pillado por los pelos, pero las fechas son el único nexo que tiene el Brass con la historia de los Estados Unidos.
Pero salvo la conexión temática, nada está improvisado en este juego de mesa. Le precede una injustificada fama de duro debido a un reglamento difícil de descifrar, pero luego no es para tanto. A groso modo, invertir en fábricas e industrias y conectarlas mediante canales (primera mitad del juego) y ferrocarril (segunda mitad del juego) con las principales ciudades de la zona. Quien mejor lo haga, más puntos de victoria se lleva. A jugarlo se sentaron cuatro de nuestros socios más sesudos; Manu, Javier, Alamo y Luis (Akela). La victoria se la llevó Alamo por los pelos frente a Luis, tras una controvertida última jugada de Javier.
Y poco más, Sara ganó una partida al Keltis pero me declaro incapaz de encontrarle el hueco entre tanto juego de vaquero. No fueron muchas partidas pero igualaron en intensidad a la asamblea previa (aunque ganaron en diversión :-D). Ya andamos maquinando la próxima quedada temática así que si te gusta combinar los juegos de mesa y el payaseo… hazte socio de Queremos Jugar!
Un saludo al oeste del Río Pecos
P.D. Todas las fotografías con pinta profesional han sido realizadas por Alex, nuestro socio fotógrafo. Las fotos de la asamblea fueron realizadas por Camy. Gracias a los dos por el publirreportaje!
Lecturas relacionadas:

Aspirante a Calamar Supremo, en los juegos de mesa encontré hace tiempo la mejor manera de ocupar mi tiempo libre (y el resto del tiempo la verdad) y captar adeptos para la causa. ¡Larga vida a Queremos Jugar!
😀 😀 😀
Genial reseña, da gusto leerlas. Siento haberme perdido esta quedada, pero me resultó imposible. Hubiera disputado claramente el premio a renegado del disfraz.
Le tengo ganas a ese Lewis&Clark, a ver si con suerte no me gusta, y así puedo dármelas de sobradillo, jaja. No, en serio, tiene muy buena pinta, y por lo que he oído/leído (la reseña de Julio tiene todo un record de comentarios) creo que sí que me va a gustar.
El Railways of the World y el Brass comparten en mi sentimientos de incomprensión. Son dos juegos que no pillo, me dejan con cara de alelado, sin chispa. Hay algo en sus mecánicas que no me entra en la mollera.
En fin, divertidas fotos, espero a la próxima.
Creo que el Lewis & Clark te va a encantar, de los juegos que son sencillos de jugar pero difíciles de dominar, la mejor combinación posible. Comparto lo del Brass y el Raiways of the World, el segundo sería genial si tan solo fuera un juego de construcción de vías entre ciudades, sin el añadido de mover las mercancías de una ciudad a otra, porque el tablero es increible y las fichas tremendamente divertidas
¡Cómo os lo montáis, pájaros!
Simpática y divertida reseña, Óscar. Buen trabajo.
A ver si algún día puedo ir al Alamillo…
Estupendo trabajo Óscar, como siempre.
Y mención aparte para el fotógrafo y los modelos, que se han salido. Geniales las fotos del equipo Bang! dados. La foto de Camy está pidiendo un montaje…
Gracias Manu. Todos menos Camy estamos esperando un montaje que acompañe al de Agus. A la espera de ese cortometraje de vaqueros improvisado en el patio del Cortijo, con esa pinta que tiene de decorado de spaguetti-western
Qué maravilla! Tengo que puntualizar que en aquel cumpleaños gracias a Vis Lúdica yo quería un juego de trenes y pedí un 18XX, se ve que no lo vio muy claro por lo que me compró. Cierto es que en aquellos entonces yo estaba flipada con el Colonos de Catán!
Por otro lado echo de menos una foto de los telegramas de Óscar!
Que tiempos aquellos en los que el Catán era el único juego conocido :-D. No tengo fotos de ningún telegrama! Si guardas el tuyo mándame una foto, todo sea por conseguir asambleas más divertidas. En la próxima quedada temática de chinos prepararé galletas de la suerte con mensajes personalizados 😀
Si divertida es la reseña (que lo es mucho) más lo fue la quedada.
Yo ya estoy preparando el disfraz para los juegos orientales (no quiero influir en la votación de nadie 😉 )
Me lo pasé genial y estoy deseando repetir
Gracias a Óscar por la reseña y a Camy y Alex por las fotos, resultado sobresaliente.
magnifica reseña y gran día que me perdí por mala suerte. Espero poder ir a la próxima quedada temática. Ya sea de piratas, samuráis o Romanos 😉