Qin

Con permiso de nuestro compañero Manuel, hoy voy a copiar descaradamente su formato de reseña, y os voy a hablar de un juego que llevo demasiado tiempo sin sacar a mesa (el precio a pagar por estar siempre pendiente de las novedades en este mundillo de los juegos de mesa), y es que, tras ver por internet que a otros compañeros se lo han traído los reyes magos, me han entrado unas ganas locas de volver a jugarlo.

Nombre del juego: Qin
Diseñador: Reiner Knizia
Año de publicación: 2012
Editora: Pegasus

¿Por qué he comprado Qin?

Tengo dos respuestas para esta cuestión, una larga y otra corta, así que empezaremos por la segunda, y luego, si me apetece, os contaré la versión larga, y es que el motivo de la compra de Qin es muy sencillo, se trata pura y llanamente de un impulso consumista, algo que seguro nos ha pasado a la mayoría alguna vez. Ahora la versión larga, este juego lo compramos en el Festival de Córdoba de 2013, gracias al chivatazo de nuestro socio y amigo Camy, el cual nos alertó que estaba a la venta a menos de 16€!!!! (15,95€  para ser más exactos), y es que, con ese precio, ¿quien se podría resistir?, aún así, decidimos tomar prestado el juego en la ludoteca del Festival para probarlo antes, no era plan de comprar por comprar…, pero es que, tras la primera partida quedamos prendados del juego, sencillo de explicar, rápido de jugar, vistoso como el solo, ¿que más necesitábamos de Qin?, nada, así que nos lanzamos sin dudarlo a comprarlo.

¿Qué hacemos en este juego de mesa?

Convertirnos en los señores de la guerra más grandes e influyentes de la antigua China, a través de la colonización del interior del país, y la anexión de todos los poblados que encontremos a nuestro paso. Todo esto tendremos que hacerlo antes que nuestros oponentes, mediante la creación de nuevas provincias, sometimiento de los poblados que nos encontremos conforme avancemos, e incluso, mediante la conquista de las provincias de nuestros enemigos, anexionándolas a nuestros territorios.

Hasta aquí todo lo relacionado con la antigua China, ya que Qin es un juego totalmente abstracto, como la inmensa mayoría de juegos de mesa de este autor, y es que el objetivo en Qin será simplemente deshacernos de todas nuestras pagodas antes que los demás jugadores, en un juego eminentemente táctico de colocación de losetas, que por mucho que se empeñen en comparar con otro juego del mismo autor, Tigris & Euphrates (mucho más profundo y complejo), el único parecido que tiene con el mismo es la ambientación y la mecánica de colocación de losetas.

¿Por qué nos ha gustado Qin?

Para empezar por lo magníficamente bien que funciona Qin a dos jugadores, es más, a más jugadores es un juego que para mí, no merece la pena. Pero es que Qin tiene otras cualidades que nos han atraído:

  • Partidas cortas e intensas, y es que en 20 minutos nos habremos echado una partida.
  • Las ganas de más tras esa primera partida, o de revancha en caso de ser Carmen, digo.. en caso de perder.
  • Lo fácil que resulta explicárselo a alguien y empezar a jugarlo.
  • Aún a pesar de parecer sencillo, dará momentos de tensión a jugadores más expertos, y es que, no es tan obvio como parece al jugarlo las primeras veces.
  • Lo bonito que es el jodío, y es que si ves el tablero desplegado en una mesa, no puedes evitar fijarte en el juego, en sus pagodas, en la forma que va tomando el tablero conforme avanza la partida.
  • La cantidad de tableros que tiene el juego, y es que, de inicio viene con un tablero de dos caras, si aún así no tenemos suficiente, han sacado una ampliación que contiene dos mapas más.
  • Al poder pensar las jugadas durante el turno del resto de jugadores, sufre poco de análisis parálisis.

 

¿Qué le falta a Qin?

Un modo para jugar correctamente a más de dos, y es que, como ya he comentado antes, aunque en la caja de Qin indique que admite hasta cuatro jugadores, con tantas personas éste se vuelve muy azaroso, y sobre todo, sufre del llamado efecto Kingmaking (momento en el que un jugador impide la victoria de otro de forma intencionada, dándole la partida a un tercer jugador).

Los amantes del tema, deben tener claro que Qin es un juego abstracto, y es que siendo su autor Reiner Knizia, lo mismo podríamos estar en la China feudal que en cualquier otro sitio.

¿Es Complicado?

Para nada, es un juego de mesa muy fácil de aprender (las reglas apenas ocupan una página), pero algo más complicado de dominar.

 

¿Cómo son los componentes?

Vistosos a más no poder. Losetas muy sólidas, tablero de buena calidad y fichas de pagoda preciosas.

El manual, aún estando en inglés, está perfectamente estructurado y es muy fácil de entender. Ah, y a pesar de no estar publicado en castellano,  el juego es totalmente independiente del idioma.

Como pero, no habría estado mal incluir una bolsa de tela para las losetas, de forma que así pudiéramos sacarlas durante la partida sin riesgo a verlas..

Sensaciones Finales

Qin es un juego de mesa que nos encanta, nos resulta divertido, y se juega tan rápido a dos que tras una primera partida, nos es imposible guardarlo sin darle al rival la oportunidad de revancha. Si lo ves en algún sitio a un precio parecido al nuestro y sueles jugar a dos, merece la pena su compra.

6 comentarios
    • Jose Toscano Gil Dice:

      Lo mejor es que se explica y se juega en un plis!!

      Veo que eres observador :), si, en los talleres lo hemos sacado bastantes veces a 3 o 4, y es que le llama mucho la atención a la gente, y funciona muy bien como juego introductorio. A mí personalmente, me gusta jugarlo a dos, si va a entrar más gente en la partida, prefiero otro juego.

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  1. Escuela de juegos Dice:

    Gran reseña!
    Coincidimos en que nos resulta mejor con dos jugadores y en prácticamente todo lo demás.
    Además, interesante la parte de ¿Por qué lo compramos? Porque permite comprobar después si se cumplen expectativas o uno se arrepiente del ataque consumista, jeje.

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  2. Maite Dice:

    Muy buena la reseña
    Tengo que decir que desde que os vi en Córdoba probándolo para después comprarlo me enamoró su estética.
    Pero para ser fiel a la verdad, me lo habeis enseñado en un taller, con un montón de gente más y, ¡no me habiais contado que como funciona bien es a dos!
    Tendremos que verlo en pareja para ver si pasa a formar parte de nuestra ludoteca.
    ¿Y a tres cómo lo veis? ¿Muy aleatorio?

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    • Jose Toscano Gil Dice:

      Hola Maite, es que en los talleres siempre que salía este juego nos juntábamos unos cuantos a jugarlo, y era casi imposible echar una partida a dos, pero ya me lo llevaré más adelante por si te sigue picando el gusanillo 🙂

      A tres pasa lo mismo que a cuatro, un jugador va a decantar casi siempre la partida a favor de otro jugador, ya sea de forma intencionada, o incluso peor, si no a jugado antes, sin querer va a dejarle las mejores posiciones al jugador que le toque después. A su favor, que aunque esto pase, se juega tan rápido que no te da tiempo a cabrearte 😉

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