Día de socios en el Alamillo
Bienvenidos a nuestra quedada mensual, nuestro momento de gloria, ¡el Día de socios en el Alamillo! Nadie nos podrá parar, ni siquiera el calor extremo que hemos sufrido estos días de verano, condenados en la ciudad sin poder escaparnos a la playa o a la montaña
El día empezó lleno de emociones. Ya sea culpa de la casualidad o que esto es ya una corriente que no se puede parar, las primeras partidas de la mañana fueron a juegos de mesa que usan las nuevas tecnologías (aplicaciones) para una experiencia de juego aún mas completa. En este caso, el Space Alert y el X-COM.
Del X-COM poco podemos añadir tras la estupenda reseña que nos ofreció Javidad hace un par de semanas. Los alienígenas invaden la tierra cual Independence Day y los jugadores tienen que conseguir que la humanidad sobreviva y pueda saludar a un nuevo mañana. Cada jugador adopta un rol dentro del juego; científico jefe, comandante, …. y toma una serie de decisiones ajustadas al mismo; investigar nuevas tecnologías, desplegar los satélites, las fuerzas armadas, defender la base… La aplicación marca los tiempos, eventos y turno de cada jugador durante una fase cronometrada. Luego se resuelve el éxito o fracaso de cada acción programada, te llegan marcianos por todas partes, el pánico cunde por los continentes y aguantar otro turno más a base de falsas esperanzas. Tres turnos aguantaron Luis Akela, Bene, JR y Óscar en el escenario de introducción
En el Space Alert tampoco prima la esperanza. Diez minutos a tiempo real es lo que tienen los jugadores para programar sus movimientos y acciones a lo largo y ancho de una nave que, seamos sinceros, tiene todas las papeletas para convertirse en chatarra espacial. Es necesario coordinarse a la perfección para sobrevivir a los diferentes peligros que amenazan la nave porque si no pasa lo que pasa; Jorge dispara el cañón antes de tiempo y luego se larga, Óscar da vueltas por la nave sin recargar las baterías y Maite se queda sin potencia para disparar, JR y Sergio se pasan la partida apretando el mismo botón al mismo tiempo… Un completo desastre.
En algún momento de la mañana Luis Akela y Jose mataron el tiempo con un Blue Moon Legends, juego de cartas que está pegando fuerte (y que promete no perderse en expansiones y demás sacacuartos). Justo antes de comer una memorable partida al Castillos del Rey Loco Ludwig. Sergio, Jose, Maite y Jorge compitiendo por construir habitación a habitación el castillo más delirante y surrealista posible. Memorable no solo por la paliza que Maite les pegó a todos, sino por la larguísima discusión que tuvieron acerca de los criterios de puntuación. ¡Ni los mejores programas de Telecinco!
Tras una estupenda comida conjunta, tres grandes partidas para tener ocupada toda la tarde.
La primera de ellas al Firefly. Ismael (Sacaluga) llevaba meses detrás de montar una partida y al final sus deseos se hicieron realidad. Basada en la serie de televisión del mismo nombre, el juego de mesa Firefly es un corre que te pillo entre planetas y galaxias a la busca de tripulación, recursos y misiones que cumplir de dudosa moralidad para ganar pasta gansa y cumplir las misiones del escenario que toque. Las sensaciones de la serie homónima (y de la película «Serenity«) están muy conseguidas y el juego resulta realmente entretenido. Como bien lo definió Bene, es un «Pick and delivery» con mucho estilo. Quien gano con estilo la partida fue Ismael. Jorge, Bene y Óscar se dedicaron a perder tiempo y dinero comprando material inútil y contratando a demasiada tripulación (a la que hay que pagar tras realizar con éxito un encargo). Ismael ni pilló equipo ni tripulación ni nada que se pareciera. Un capitán solitario en su nave realizando encargos para la Alianza de Planetas Centrales, que rentaban poco en solitario, pero cual hormiguita cósmica, fue el primero en reunir los requisitos para cumplir las tres misiones del escenario inicial
Para partida grande, la que se echaron Jose, Luis Akela, Sergio y Maite a El Grande, un Clásico con Mayúsculas que prácticamente inauguró el género de los juegos de mayorías. Una parte de la historia de los juegos de mesa a la que Devir ha rendido justicia con una nueva edición 20 aniversario. En la España medieval cada jugador compite por colocar el mayor número de sus caballeros por las distintas regiones del Reino y en el castillo (estupenda torre de cartón que se come la mitad de tus fichas cuando puede), ayudado por las cartas de acción que elija cada turno.
Y para acabar con el listado de las grandes partidas, Leo, Sonia, Julio Cesar y Juan Ignacio se montaron por petición popular una partida al Terra Mystica. Distintas razas (con sus respectivos poderes) se encuentran en el mismo tablero compitiendo por transformarlo y adaptarlo a sus diferentes necesidades. Construcción y desarrollo de edificios, optimización y gestión de habilidades, expansión por el tablero, colocación en el tablero (cuanto más cerca de los otros más puntos, pero más complicado expandirte)… El transfondo de fantasía no puede camuflar lo que es un tremendo juego de gestión y estrategia. Ojo a las soluciones de Julio Cesar para el almacenaje de las mil y una fichas que te vienen con el juego. ¿Cómo quedó la partida? Aunque suene increíble, fue tan ajustada que al final los cuatro quedaron empatados
Y poco mas, servidor tuvo que largarse a trabajar antes de que acabara la jornada lúdica en el Alamillo, así que se perdió una partida al Wake Up Ctulhu!, nacido de una exitosa campaña de crowfunding (todo lo que tenga tentáculos es un éxito seguro) y al Señor de los Anillos LCG. En resumen, una estupenda tarde concentrados en darle un corte de mangas al asfixiante calor veraniego. Al final Agosto en Sevilla es una maravilla!
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Aspirante a Calamar Supremo, en los juegos de mesa encontré hace tiempo la mejor manera de ocupar mi tiempo libre (y el resto del tiempo la verdad) y captar adeptos para la causa. ¡Larga vida a Queremos Jugar!
¡Sacaluga! ¡Qué sorpresa! No sabía que te habían enganchado. Bienvenido, que aunque yo esté ahora desconectado espero que empecemos a coincidir pronto. Nos podemos echar un Ubongo de esos que te molaron hace años 🙂
Un abrazo a todos, a ver si la próxima puedo pasarme un rato.