Jugando con niños
Este post inicia lo que me gustaría que fuese una serie de posts (el tiempo dirá si es posible) que recopile en cierta forma la experiencia lúdica que tenemos en casa al respecto de juegos de mesa infantiles y no tan infantiles probados con nuestro hijo Javier (6 añitos). No pretendemos ser exhaustivos en cuanto a la descripción de cada juego, sino contaros por encima de qué va, poner alguna fotillo y explicaros qué nos parece tanto a Javier como a mí. En cualquier caso el título del juego será un enlace a su entrada en la BoardGameGeek por si queréis más información, salvo el Coco-Pío que no tiene entrada en la mejor web de juegos del mundo… ¿?
Además, como padres que somos, estamos acostumbrados a tener que gestionar grupos de niños de la edad de nuestro churumbel con lo que, además de tener en cuenta si el juego nos parece bueno o si tiene un especial aporte didáctico, también queremos prestar un interés especial a los juegos susceptibles de generar conflictos de algún tipo. Ya sean por la frustración de no ser competitivos, por ser demasiado largos, etc. En nuestra experiencia, detrás de los juegos más inocuos se esconden los berrinches más desaforados. Así, vamos a establecer un calificador que nos va a permitir indicaros de 1 a 5 nuestra percepción del riesgo de que se líe parda en una sesión de juego. En adelante, denominaremos esta escala «Berrinchómetro» y si algun juego alcanza el valor máximo de 5… ¡huye!
Drachenstark
Este es un juego de memoria, con un tema fantástico: ¡Dragones! Y es que todo mejora con un drágon (sic). Es una carrera en la que el objetivo es finalizar una vuelta completa al «volcán». Para movernos, tendremos que voltear las fichas que están en el centro, y si coincide la figura de la ficha con el icono del lugar en el que nos encontramos, podremos movernos. Si fallamos no nos movemos, y si descubrimos iconos de calavera, pues nos movemos hacia atrás.
La opinión de Javier: Me gusta mucho, porque vamos corriendo alrededor del volcán y vamos descubriendo animalitos para movernos.
La opinión de Javidad: Juego sencillote, muy bien producido, con una relación calidad precio muy ajustada y con el que pueden disfrutar niños desde poco más de cuatro años sin que por ello se vean críticamente penalizados. El único pero que le vemos es que funciona mejor cuando todos los participantes son niños.
Gobb’it
Este es un juego de atención y habilidad. Para jugar con niños de menos de 8 años os recomendamos el modo básico aunque también tiene algunas reglas avanzadas que pueden servir para que la experiencia mejore una vez que nos hemos hecho con el juego. Se trata de aplicar una cadena alimenticia en una isla en la que viven Gorilas, Serpientes, Camaleones y Moscas. Eso sí, los animales sólo actúan sobre animales del mismo color.
La opinión de Javier: Este juego es uno de los que más me gusta de los que hemos jugado, las cartas son muy chulas y los niños somos muy rápidos y ganamos a los mayores. Otra cosa que también me gusta es decir Gobb’it cuando hay cartas en el Cementerio y hay moscas de todos los colores en la mesa…
La opinión de Javidad: Con este juego la verdad es que lo hemos pasado bastante bien, además, las ilustraciones de las moscas son para troncharse. Es un juego en el que podemos juntar a pequeños y mayores sin problemas y con posibilidades de que los niños sean competitivos. Es un juego que recomendamos a todos, pero eso sí, ojito con los golpes en las manos a los niños.
Coco-Pío
En Co-Co Pío, tenemos que intentar conseguir que nuestras tres gallinas consigan criar un pollito cada una. Para ello, en cada turno podremos jugar una de las tres cartas que tendremos en nuestra mano, bien como un huevo, usando el reverso de la carta, o bien con la imagen que lleva en el anverso. Esto nos permitirá robar huevos, proteger gallinas, criar pollitos, etc.
La opinión de Javi: Me gusta mucho porque puedo jugar cartas y quitarle sus huevos a los demás para conseguir ser el primero en criar pollitos. No me gusta nada la carta del granjero (que es la que hace perder los huevos a todos)
La opinión de Javidad: Juego de cartas que ha funcionado bastante dado que los efectos de cada carta son intuitivos: el perro protege a las gallinas, con un hueso atraes a un perro, con un gato haces que todos los perros se vayan, la urraca roba un huevo de un jugador, el zorro roba todos los huevos de un jugador, la incubadora permite protección contra todo, el gusano se lleva un pollito y el granjero se lleva todos los huevos. A priori, pensábamos que iba a ser algo farragoso y, sin embargo, el juego es bastante fluido y las partidas siempre han acabado bien (nada de bloqueos raros). Nos ha funcionado bien en partidas adultos y niños, aunque en partidas de niños recomendamos que un adulto actúe como árbitro para evitar problemillas. Otro factor positivo es que se trata de un juego de precio reducido.
1,2,3 Ahora me ves
Este es un juego en el que la percepción visual y la capacidad de retentiva es crucial. Lanzamos diversos animalitos que son observados durante un corto periodo de tiempo por el resto de jugadores que intentarán recordar disposición y composición del conjunto. Cada turno, un jugador jugará una carta que hará que añada, elimine, intercambie posiciones o mueva a uno de los animalitos del conjunto mientras el resto de jugadores permanecen con los ojos cerrados. A continuación los jugadores abren los ojos y cada uno selecciona de entre sus cartas el animal que se ha visto afectado por el movimiento.
La opinión de Javi: Es muy chulo porque tiras los animalitos y luego tienes que averiguar qué ha pasado. Los dibujos son muy graciosos…
La opinión de Javidad: Este juego no tiene término medio para los niños, o les encanta (si suelen acertar) o lo odian a muerte (si no aciertan nunca). Sabiendo esto, dependerá de nosotros la gestión de la frustración de los implicados. Muy buena producción y en la franja de precios bajos. Muy recomendable. Pueden jugar padres y niños sin problemas en el mismo grupo. De hecho a lo mejor tenemos que gestionar la frustración de algún adulto 😛
Feuerdrachen
En este juego nos convertimos en jinetes de dragones. Como dichos jinestes, tendremos que acercarnos al volcán todo lo que podamos para poder obtener el mayor número de piedras preciosas posible. De modo que al final del juego, cuando desvelemos el contenido de nuestras bolsas, seamos los que más joyas tengan. El movimiento se produce tirando dados, éstos determinarán si nos movemos, si rellenamos el volcán con gemas, o si se produce una erupción y dichas gemas pasan a estar disponibles en el tablero para su recolección.
La opinión de Javi: Es súper chulo, sobre todo cuando hay una erupción y las gemas caen al tablero. Además, ¡hay dos dragones para cada uno!
La opinión de Javidad: Juego que incluye una pequeña carga de decisiones, al tener los jugadores que manejar dos dragones y tener que ver dónde moverse de forma que la recolección sea máxima. A Javier le encanta la parte de la erupción y la parte en la que robamos una pieza a otro jinete (al caer en su misma casilla), sobre todo porque se roba a ciegas metiendo la mano en la bolsa del rival y cada jugador tiene al comienzo algunas piezas de carbón que al final del juego no tienen ningún valor. El hecho de que incluya dados en su mecánica hace que se nivelen las opciones. Lo recomendamos para grupos que incluyan a niños y adultos sin dudarlo. La pega es que al tener una producción muy buena es un juego que está bastante por encima de los anteriores en precio.
Bueno, por el momento, creo que esto va a ser todo. En próximos posts intentaremos contaros qué tal nos va con juegos que no han sido diseñados como juegos de mesa para niños, sino que por mecánica o por temática le caen a nuestro hijo cerca. Cuando mirando a uno de los juegos a los que yo estaba jugando, me dijo: papi, eso es como Scooby Doo ¿puedo jugar? Se me cayeron dos lagrimones como dos soles, pero eso lo dejamos para el siguiente.
Gracias por vuestro tiempo, espero vuestros comentarios, experiencias y recomendaciones.
N.d.A: Fotos cortesía por varios autores de la BoardGameGeek, me temo que no tenemos ni la cámara, ni la iluminación ¡ni el ojo adecuado!
Magnífica entrada Manuel!!!
Me encanta el Berrinchómetro!!! en mi casa el Savana Cafe alcanza niveles cercanos al Def Con 5 como le robes una carta valiosa a alguno de mis churumbeles una carta valiosa.
Yo tengo dos críos (4 y 7 años) y es muy curioso comprobar como desde tan pequeños ya cada uno tiene predilección por juegos distintos. Simón, el pequeño, es un hacha con los juegos de memoria, y le encantan el Story Telling,el Cocoricó Cocorocó, la escalera encantada. A Martín le gustan más los juegos en los que tienes que tentar a la suerte: como el Diamantes o el Age of War. Y como tu bien dices, si el juego tiene dragones, monstruos, o elementos escatológicos («El festín de las moscas» se lleva la palma en esta categoría), a los nenes les hacen chiribitas los ojos.
A todas las mamas y papas de la asociación decirles que la ludoteca de QJ tiene una extensa lista de títulos de juegos infantiles, que garantizan tardes de diversión en esta primavera lluviosa.
Gracias por tus comentarios Javi!
Por supuesto, es maravilloso la forma en la que van definiendo sus gustos a este respecto. En cuanto al Berrinchómetro, como bien sabes, depende del momento y de la compañía pero creo que es importante.
Por otra parte, estaría bien ir recopilando estas experiencias y compartiéndolas por aquí…¿qué te parece?
Claro! Yo además no paro de sacar juegos infantiles/familiares de la ludoteca, lo que pasa es que me cuesta después ponerme a escribir,…
Mola lo del berrinchometro. Saber perder en los niños es una cosa que suelen llevar fatal. Los pequeños se enfrentan a la frustración y a la merma del amor propio con algo tan tonto como perder a un juego.
Es un buen criterio para acercarse a un juego para los niños.
Gracias por el comentario Lev. Cuando son tan pequeños, creo que importa más conseguir que no se frustren que otra cosa, al menos en nuestro caso.
Muy bueno Manuel. Aunque me queda todavía para algunos años, siempre es bueno ir leyendo referencias. ¡Berrinchómetro power!
Gracias Javi!
Ya te queda poco, no creas…:)
«Y es que todo mejora con un drágon»
Sabias palabras 😀
¡Enhorabuena Manuel! Me encanta el artículo, no sé por donde empezar. El berrinchómetro: aplicable a muchas otras cosas y no solo a los juegos de mesa. ¡Ojo! y a los mayores también. Geniales tus datos experimentales acerca de la mejor forma de jugar: con otros niños pero con supervisión adulta, solo niños… Esto no viene en la descripción del juego como la edad o el número de jugadores pero es muy útil. Pero sin duda me quedo con las opiniones de Javi: ahí es donde se ve la valía del juego «no me gusta», «es muy chulo» o «es super chulo» y no hay más que decir.
Muchas gracias Manuel y espero que sean más de estas entradas.
Gracias por tus comentarios Maite!! Espero que en el próximo encuentro podamos ir con Javi y probar algún que otro juego nuevo para ver cómo lo encaja el caballerete (y contarlo, por supuesto 😛 ) Intentaremos elegir bien para evitar catástrofes xD
La bomba, me ha encantado y me servirá de guía!
Gracias por el comentario Antonio, ya nos contarás…:)