13 razones (o más) para adorar a Reiner Knizia

“So many games, so little time”

(“Tantos juegos, tan poco tiempo”)

Que Reiner Knizia (Alemania, 1957) es uno de los más grandes creadores de juegos de la historia está fuera de discusión.

Bueno, estoy dispuesto a discutirlo, pero te adelanto que si lo niegas, no llevas razón. Tampoco es menos cierto que la época dorada creativa del Dr. Knizia pasó hace tiempo y muchos recién llegados al mundo lúdico, que está en un momento de expansión enorme, pueden no haberlo oído nombrar siquiera.

Su ludografía es extensa. Muy extensa. Y con esto quiero decir inabarcable porque en la BGG se registran casi 500 juegos. Cierto que muchos de ellos son reimplementaciones o variaciones sobre un juego determinado, pero aun así nos deja un número pasmoso. Es sin duda un autor prolífico.

El año pasado (ya vamos tarde), el señor Knizia cumplía 30 años en el mundillo (aunque en la BGG el juego más antiguo que aparece es del 1990, ya antes creaba juegos para revistas) y quizá no sea mala idea refrescar un poco el porqué Knizia está en el olimpo de los creadores de juegos. Y si no lo conoces, te acabas de encontrar con un filón.

Es evidente que no he jugado a todos los juegos del Dr. Knizia. En el artículo no van a aparecer algunos juegos que posiblemente sean tan merecedores de alabanza como otros. Pero no me gusta hablar de lo que no conozco, así que juegos como Blue Moon, Blue Moon City, Stephensons Rocket, Rheinländer, En Garde, Colosal Arena, SdA: Confrontación, etc. No aparecen simplemente por desconocimiento. Usad los comentarios, que para eso los tenemos, y aprendemos todos. De los que conozco, he dejado fuera los siguientes, por acortar la lista, aunque creo que se merecen sin duda un tiento: Fits, Cordoba, Kingdoms, Palazzo, Carrera de Erizos, Carcassonne: the Castle.

Y ahora, vamos a por las 13 (o más) mejores razones para adorar a Knizia.

En lo que sigue, el año indica el de la publicación original, seguido de la editorial española si la hay. La edición española puede ser posterior.

13- La Gran Muralla China (2006), Devir.

El más moderno de la lista, un pequeño juego de cartas en el que de 2 a 5 jugadores deben luchar por obtener mayorías en la construcción de sectores de la muralla, para así ganar prestigio. La baraja consiste en personajes que tienen diferentes valores de influencia, y en cada turno debemos sopesar si añadir personajes a nuestra mano, o ir tomando posiciones en los sectores. Si al principio de nuestro turno tenemos la mayoría, podemos ganar ese prestigio que buscamos. Un juego donde es fundamental saber retirarte a tiempo de luchas perdidas, y con mucha interacción entre los jugadores.

El típico juego de 30 minutos con mucha más chicha de lo que parece, y un toque muy matemático, tan característico del Dr. Knizia (que es doctor en matemáticas, y lo hace notar en sus juegos).

12- Battle Line (2000), sin edición española.

Pero no te apures, porque Schotten Totten, que es el original de 1999, sí lo tenemos editado por Edge. Otro juego de cartas de reglas simples y con una característica muy puñetera: A veces, querrías no jugar carta. Pero no se puede, claro. La idea es colocar grupos de cartas adyacentes a nueve fronteras, formando combinaciones numéricas tipo póker. Quien forme la mejor combinación, gana esa frontera, y la partida se gana con tres fronteras adyacentes o bien con cinco en total.

Se trata de un juego para dos personas, con algunas diferencias entre las reimplementaciones. Mientras el original está ambientado en la lucha entre clanes escoceses, Battle Line presenta la lucha entre griegos y persas, y cambió la numeración de las cartas. Además, incluyó una serie de cartas tácticas, que posteriormente fueron incluídas en Schotten Totten. Personalmente creo que las cartas tácticas añaden un plus más que interesante y la estética de Battle Line es bastante más bonita, pero obviamente va a gustos.

Juego tenso, donde cada carta colocada pesa, y como decíamos, donde en más de una ocasión hay que decidir entre lo malo y lo peor.

11- Piko Piko el gusanito (2005), Devir

Y seguimos con juegos ligeros, pero nos pasamos a los dados. Piko Piko es una variante del Yahtzee, en el que en cada tirada podemos apartar un tipo de los dados obtenidos. Aquí, el objetivo es sumar suficientes puntos con los dados como para conseguir las piezas numeradas con los gusanitos. Porque somos pollitos que queremos picotear un poco. Los jugadores van almacenando sus gusanitos, y como son pollitos traviesos también se pueden robar la comida. Añadimos algunas reglas para que el juego no se eternice, y junto a unos materiales gustosos, tenemos un juego bien sencillo, muy apto para todos los fans de tirar dados.

De mecánica similar encontramos una variante muy directa, llamada Sushizock im Gockelwok (2008), en el que acumulamos piezas de sushi y raspas, que puntúan positivo y negativo respectivamente. Pero cada una se acumula en su propia pila, y solo nos valen tantas piezas positivas como tengamos de las negativas, por lo que hay que intentar compensar. Para mi gusto, más divertido y mejor acabado incluso que Piko Piko, que para qué negarlo, tiene una cierta tendencia a alargarse demasido al final (no se eterniza, pero sí se alarga).

Y por citar otro ejemplo, Age of War (2014), editado por Edge, que es una reimplementación de Risk Express (2006) es otra opción muy recomendable dentro de este tipo de tiradados. Ambientación diferente, pero esencia similar, muy recomendable. Y todos ellos muy portátiles, que se agradece.

10- Exploradores (1999), Devir

Tranquilo, jugón de culo duro. A estas alturas igual piensas que no voy a poner más que jueguecitos simples, pero ya llegará el turno de los pesos pesados. Exploradores es otro ejemplo más del gusto de Knizia por los números. Un cinquillo hipervitaminado, que dirían algunos, y no les falta razón. Pero claro, esas vitaminas marcan la diferencia. Y aquí tenemos a un juego que habrá sido nombrado en las redes cientos o miles de veces como “el perfecto para enganchar a la novia”, o similar.

Knizia nos propone en este caso generar escaleras con cartas de cinco palos diferentes, que representan exploraciones a lugares inhóspitos. La temática no aporta nada al juego, en realidad, pero lo hace infinitamente más agradable, y las ilustraciones son una chulada. Y las cartas bien grandotas, también. Y el tablero central donde poner esos descartes, que tu oponente robará con una sonrisa, también hace que todo sea más agradable. Como en Battle Line, aquí también habrá veces que no quieras jugar carta. Pues nada la descartas. Ah, no, que el descarte igual le sirve a tu malvado contrincante…

Dos detalles más le ponen toda la sal y pimienta a un juego sencillísimo. Las exploraciones se empiezan con puntos negativos. Es decir, una mala exploración es peor que no empezarla siquiera. Y otra, las cartas de mecenas. Son cartas no numéricas que se deben poner, si se quiere y se tienen, al principio de la exploración. Para bien o para mal, multiplicaremos el resultado.

Exploradores es uno de esos juegos ganadores a la hora de enseñar a los no iniciados algo diferente. Fácil de asimilar por su similitud con juegos tradicionales, pero vistosísimo y revanchero. Tensión desde la primera carta puesta en la mesa. En España ganó el JdA 2006, y poco tiempo después generó toda una familia de juegos a partir de la versión para cuatro jugadores, Keltis (2008), con el que Knizia consiguió su primer y hasta el momento únido Spiel de Jahres. Un juego muy similar, con el mismo concepto, con pequeñas diferencias, y en mi opinión, notablemente menos bonito. Tras este, aparecieron algunas variantes más como el Keltis Kartenspiel (2009), Keltis Orakel (2010) y Keltis Würfelspiel (2012). Sí, Knizia sabe aprovecharse a sí mismo. En mi opinión, el original es el que lo peta.

9- El Señor de los Anillos (2000), Devir

No soy muy de colaborativos, te aviso. Pero una cosa es que a mi particularmente no me piten, y otra cosa es reconocer que este juego es bastante molón. Uno de sus mayores éxitos de ventas, por otra parte. Y es fácil entender porqué. El juego rezuma ambientación, y además es una ambientación bastante estupenda, y archiconocida. Y el arte de John Howe, que ilustra los múltiples tableros, ayuda y mucho. Porque el aspecto es sencillamente espectacular. Y la torre de Sauron mola mucho.

Lo que Knizia nos propone es formar una compañía de hobbits peludetes, que se lanzan al empeño de destrozar un anillo. Y para ello hemos de ir avanzando por diversos escenarios de lo más aventurero, jugando cartas y coleccionando fichas que nos permiten superar estos peligros. Por supuesto, cada miembro de la comunidad, tiene su poder especial. Visto hoy, que hay un buen montón de colaborativos danzando en el mercado, puede parecer que no ofrece nada especial. Pero ojo, el juego es del año 2000, y es sin duda el primer gran éxito de los juegos colaborativos (exceptuando infantiles y juegos tipo mazmorreo). Y hasta el 2005 no veríamos juegos como Arkham Horror (Richard Launius, Kevin Wilson) o Betrayal at the House of the Hill (Rob Daviau, Bruce Glassco, Hill Maquillan, Mike Selinker, Teeuwynn Woodruff). Y además, el juego funciona de maravilla. En inglés se editaron cuatro expansiones que no tenemos en castellano, pero sí que se ha editado una versión en caja más pequeña, con piezas más sencillitas, pero muy apañada de precio.

Si te gustan los colaborativos, y Gandalf es tu amigo, no lo dudes. Prueba este Señor de los Anillos, porque no te va a defraudar.

8- Times Square (2006)

Una joyita, uno de esos que pasan relativamente desapercibidos entre la multitud de juegos del mercado, pero que a mi me parece sublime. Vuelvo con un juego para dos, de la magnífica serie de Kosmos, y volvemos a manejar cartas para desplazar a los personajes de la noche. Y no, no son vampiros, sino gente de los bares. Y es que nuestro papel es el de relaciones públicas, y queremos atraer a nuestro bar a algunos de los personajes más conocidos del ambiente. El tablero nos muestra precisamente eso, dos clubs en los extremos, y las piezas de las personas en la calle. Gracias a las cartas, iremos moviendo a estas personas, que deben cumplir ciertas reglas estrictas.

En Times Square tenemos un juego de gestión de la mano de cartas, que son sencillamente cartas de colores que nos permiten mover a las piezas de ese mismo color. La gracia está precisamente en las reglas que deben cumplir en su movimiento esas piezas. Para ganar, debemos atraer a una de las dos verdes. Pero una de ellas no se mueve con cartas, y la otra siempre debe mantenerse entre las grises, sus guardaespaldas. La ficha amarilla, además de moverla, podemos usarla para atraer a otra de la fichas hasta su posición. Y la ficha roja, si está de nuestro lado, nos permite usar las cartas rojas como comodín. ¿Un lío? No, no es para tanto, pero desde luego es un juego diferente, quizá hasta un poco raro, pero para nada difícil. Lo cierto es que no se parece a nada, y es tremendamente revanchero. Muy original. Si lo encuentras por ahí, dale una oportunidad.

7- Royal Turf (2001)

¿Os he dicho ya que Knizia es matemático y le pirran los números y probabilidades? Pues Royal Turf huele a Knizia por los cuatro costados. Nos vamos a Ascot, a las carreras de caballos. Vamos sobrados de pasta, y nos gusta apostar. Somos de lo más elegante. Pero tranquilos, jugando a Royal Turf en algún momento perderemos la compostura, y es que es un juego de épica. Épica equina, pero épica. Nada más intenso que ver como tu caballo remonta gracias a una tirada mágica del dado. Nada más tremendo que ver como creías que habías puesto la apuesta doble, y en realidad has puesto el farol. Épico.

Royal Turf simula una carrera de caballos, y lo hace desde un punto de vista probabilística. Cada caballo tiene sus características de movimiento impresas en una tarjeta, en función del símbolo que salga en un dado. Algunos caballos son más constantes, otros van a achuchones, pero todos tienen el mismo movimiento promedio, es decir, a priori, ninguno es mejor que otro. Tras la colocación inicial de los caballos, apostamos. Tenemos dos apuestas simples, una doble… y un farol, que le da un sabor especial al juego. Por turnos, los jugadores tiran el dado, y mueven un caballo tantos espacios como indique su tarjeta para ese símbolo. El caballo que quieran. Y ese caballo ya no podrá moverse más hasta que haya movido el resto. Sencillo, elegante, y mucho más tenso de lo que pudiera parecer.

Royal Turf es la edición de Alea, pequeñita y compacta. Elegante a su manera. En el 2006 el juego se reeditó como Winner’s Circle, en una caja notablemente más grande, con unos caballos más conseguidos, y con ligeros retoques a las reglas. No lo he probado, pero la experiencia no debe diferir mucho. Divertidísimo.

6- Genial (2004), Devir

Muchos dicen que Knizia pega el tema a sus juegos, que en realidad son abstractos disfrazados. Pues aquí no hay disfraz que valga, Genial es un abstracto puro y duro, de esos de colocar losetas con colorines y contar puntos. Y como su nombre indica, es bastante fetén. De dos a cuatro jugadores se disponen a colocar sus fichas sobre el tablero, y acumular puntos. Las fichas son de plastico chuli, dos hexágonos unidos, y en cada hexágono un símbolo/color de los seis que hay (detalle para los daltónicos). Al colocar las piezas, lo normal es que vayas puntuando esos símbolos, es decir, que puntúas cada uno por separado.

Y aquí Knizia reutiliza un sistema que ya se sacó de la manga en un juego que luego veremos, y es que lo que puntúa al final son los sets completos. Es decir, tu puntuación es la del símbolo en el que tengas menos. De nada vale acumular como un histérico en un símbolo, si en otro estás pelado. Genial. Es por esto que en mi opinión, Genial representa como pocos juegos una verdad de esas que parecen de Perogrullo: aquí, más que ganar, lo que cuenta es hacer perder al otro. Sí, tú fuerza las cosas para que tu rival no pille puntos azules, y déjale que se hinche a naranjas. En Genial, eso es así. Porque se puede hacer de verdad. Hazlo y disfruta.

Dado que las fichas se van robando al azar, pues hay cierta dosis de suerte implicada, pero es mínima, y raramente podremos achacar la derrota a la mala suerte. Y como se puede jugar de 2 a 4 jugadores, las partidas son relativamente diferentes, porque con 2 jugadores siempre hay más control y demás. Pero siempre es más que disfrutable.

El juego debió tener éxito, y ahora tenemos una edición más sencillita, con fichas de cartón, y además, dio lugar a una familia, como en el caso del Keltis. El primero en aparecer, en 2006, fue una maravillosa edición de viaje, dentro de la serie de Kosmos para dos jugadores. Las fichas se asientan sobre un tablero troquelado y no se mueven, y los puntos se llevan con unos pinchitos. Funciona de maravilla. Y luego salieron varios juegos más, como el Genial Knobelspass (2007), que son una especie de puzzles, el Genial Junior (2007), con fichas basadas en cuadrados, el Genial Kartenspiel (2009), de cartas, el Genial Spezial (2009), que cambia bastante el concepto, y el Genial Würfelspiel (2012), con dados. Hay otro más, Ingenious Challenges (2008) que simplemente utiliza fichas con símbolos similares, pero que no tiene nada que ver. De todos, no hay color, el original y la edición de viaje son los que lo parten. Lo demás…

Por ahora, terminamos la primera parte del repaso.

Hemos visto la maravillosa capacidad del Dr. Knizia para hacer juegos realmente buenos con reglas sencillas, cartas, numeritos, y poca cosa más. Un arte que muchas veces pasa desapercibido, pero juegos que suelen funcionar muy bien para empezar en esto de los juegos modernos. ¿Y este hombre no sabe hacer juegos duros? Claro que sí, chavalada. Pero eso lo veremos en la siguiente parte.

Hasta entonces, jugad.

16 comentarios
    • javi36 Dice:

      Hola Manuel, Age of War lo he puesto dentro de la sección del Piko Piko. De hecho, Piko Piko es quizá el que menos me gusta de los tres que nombro, pero lo he seleccionado porque creo que es el más representativo-famoso-accesible.
      Coincido, Age of War es un muy buen juego con una interacción muy directa y divertida entre los jugadores.

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  1. Javi Dice:

    Me encanta esta entrada Javi!

    Knizia ha diseñado varios de mis juegos favoritos.

    De esta primera lista no he probado el Genial (los juegos tan, tan abstractos elevan mi AP a cimas estratosféricas). Y en una ocasión saqué el Señor de los Anillos de la Ludoteca de QJ, pero finalmente descarté siquiera jugarlo porque no me daba buen feeling. Le daré otra oportunidad.

    El Rheinländer, el Blue Moon City y el Señor de los Anillos: El Enfrentamiento, son 3 juegos que me encantan, y que siguen ese patrón tan reconocible en los juegos diseñados por Knizia, reglas y mecánicas sencillas, mucha interacción y diversión a raudales.

    Y tengo ganas de conocer tus 5 primeros!!!

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    • javi36 Dice:

      Javi, el Genial es un abstracto muy, muy accesible. Nada que ver con otros como los del proyecto Gipf, que aun teniendo reglas muy simples, son MUY profundos. En Genial siempre tienes algo bueno que hacer, y yo creo que en la segunda partida te has dado cuenta de las posibles perrerías que le puedes hacer a los contrarios. No lo dudes.

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  2. Pedro Soto Dice:

    Gran sección. Ya iba siendo hora que se vuelva a colocar en la palestra a este maestro diseñador.

    Supongo los juegos que tienes reservados para posiciones más elevadas pero hay uno, de mis favoritos, que te comentaré, porque de salir, tendría que haber aparecido junto a «El Señor de los Anillos» y se trata de «Beowulf La Leyenda» (no confundir con el «Beowulf» que también hizo con licencia de la película y que era un «Kingdom» hipervitaminado).

    «Beowulf La Leyenda» coge el sistema narrativo de «El Señor de los Anillos» (una línea de casillas con diferentes iconos que representan la historia a contar) y lo reconstruye pero como juego competitivo. Los jugadores son escuderos de Beowulf y viajan con él durante toda su vida para saber a través de la gloria que consigan, quien le sustituirá en el trono tras su muerte. Y, como con «El Señor de los Anillos», toda la historia de Beowulf se «traduce» en capítulos que presentan diversos iconos que representan el viaje, la astucia, la fuerza, el combate, la camaradería… Los jugadores deberán jugar cartas de su mano en rondas de una o varias vueltas sabiendo cuando es bueno arriesgarse y cuando es bueno reservarse para futuros capítulos. Una gozada de juego que siempre saca las risas en mi mesa y que me parece una genialidad porque te cuenta la historia entera y hasta te resulta temático con mecánicas muy simples.

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    • javi36 Dice:

      Hola Pedro, muchas gracias por tu comentario. Se agradece que se añadan nuevos juegos y así todos tengamos alguno más en el punto de mira. Este Beowulf pinta bien.
      Coincido contigo, creo que el nombre de Knizia se ha diluido mucho, entre que lo cierto es que él mismo ha cambiado de dirección, y este «culto a la novedad» brutal, los nuevos aficionados ni siquiera miran a juegos de hace la «barbaridad» de 5 años, así que imagina los de hace 20. Una pena, porque en mi opinión hay un filón tremendo de juegos mucho más afinados y bien planteados que algunos de los actuales.
      Y sí, seguro que aciertas en los que quedan, creo que coincido bastante con el sentir general 🙂

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  3. Nicolás Dice:

    Estimado Javi, aquí has dado con mi diseñador favorito. Actualmente, 22 de los 95 juegos de mi ludoteca han sido diseñados por este señor, así que imagínate… Lo que más me gusta de estos juegos es que suelen tener tan solo dos o tres reglas muy sencillas con las que te pones a jugar rápidamente, y la profundidad que se consigue con esa sencillez es abrumadora. De los que has citado (los tengo todos menos El Señor de los Anillos y el Exploradores) destaco sobre todo el Winner’s Circle (mi versión del Royal Turf), un juego de carreras tremendamente divertido y el Battle Line, un juego con una facilísima mecánica que genera una experiencia maravillosamente lúdica.
    De los que no vas a nombrar, insistirte en que pruebes el Blue Moon City y el SdA la Confrontación. El primero, uno de mayoría con motor de cartas tremendamente dinámico y el segundo, un juego con un aspecto parecido al del Stratego, pero con un par de aderezos que dejan a aquel clásico a la altura del betún y que lo hacen ser estupendo para dos jugadores.
    Y por último, de los 5 que te faltan, estoy 99% seguro de saber cuáles son…

    Un saludo lúdico Javi!

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  4. Neiban Dice:

    Fíjate si Knizia es grande (tb es mi autor favorito) que da para que si me pusiera a hacer mi top fuese muy diferente al tuyo. Si yo hiciera un top13 -como viene a ser más o menos esta entrada- mis elegidos entre el 6 y el 13 serían muy distintos. Ya se sabe, para gustos!, y por supuesto influye mucho cuáles de este autor se hayan probado.
    El Times Square no lo he probado y me dejas to el gusanillo.
    Con ganas de ver del 5 al 1.
    Saludos y gracias por hacer entradas como ésta. Yo llevo un tiempo en mi blog diciendo -cada vez que menciono un juego de Knizia- que me da pena notar que NO es cool, y que a la gente se la repampinfla por la mala fama que le ha creado la «caverna lúdica» xDD

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    • Javi Santos Dice:

      Hola Neiban. No te cortes, pon por aquí tus favoritos. Con este hombre, coincidir es casi pura coincidencia 🙂 Es lo que tiene publicar chopocientos juegos, y tantos buenos.
      Busca ese Timers Square, que merece la pena.
      Y ya me dirás que te parecen los cinco primeros.

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      • Neiban Dice:

        Uy, no se me ha publicado un comentario que había puesto antes que éste.
        Te venía a decir a que me espero a hacer mi selección de 13 juegos (basándome en el nº que has escogido) cuando publiques la 2ª parte de esta entrada.
        Saludos!

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